domingo, agosto 16, 2009

Quiero...

Quiero...entenderte y que me entiendas.
Quiero...hablarte sin palabras y que me hables con tus ojos.
Quiero...seguir las huellas de tus pies desnudos sobre la arena al atardecer.
Quiero...lanzar piedras al vacío desde un acantilado mientas el sol se pone por el horizonte.
Quiero...gritar contigo a la noche estrellada hasta quedar afónicos.
Quiero...bañarnos vestidos en la bañera de un motel y reir...reir...reir
Quiero...que me cortes la respiración.
Quiero...comerte y que me comas lentamente a la luz de mil velas.
Quiero...que tus labios me hagan sentir escalofríos.
Quiero...mojar las sábanas mientras escuchamos el palpitar desenfrenado de nuestros corazones.
Quiero...mirarte a los ojos...sin pestañear...y ver en ellos mi sonrisa dibujada.
Quiero...contemplar el amanecer abrazados, tranquilos y en silencio mientras poco a poco...muy lentamente nos abandonamos al reino de los sueños.
Quiero...

COM.

COM.pañía
COM.prensión
COM.plicidad
COM.unicación

En busca de mis raices

Estoy en busca de mis raices.
Tengo muy claro en que momento de mi vida rompí con mi manera de ser.
Aquel que fué alegre, positivo, un tanto anárquico, con un toque de locura pero ético y con los pies en el suelo, cambió. A los 22 años adopté con la creación de mi própia empresa un cambio en mi manera de ser demasiado brusco y autoexigente. El exceso de responsabilidad, la negación al fracaso y el querer ser infalible, no dando lugar al error junto con la obsesión de contentar y quedar bien con todo y con todos fué la clave de mi controversia y deformación de mi personalidad.
Por esos tiempos a la par que intentaba crear la empresa inicié mi primera y única relación sentimental de larga duración.
La empresa me duró cinco años, la relación al menos duró dieciocho y fruto de eso tengo mi pequeño tesoro.
No me gusta arrepentirme de las cosas, aunque hay cosas que ya no haría y es precisamente gracias a las cosas que aprendí de todo esto, que han sido muchas.
Ahora estoy en el proceso de recuperar algunas cosas de eso que fuí, que junto con algunas de las que ahora soy me ayudarán a ser mejor.

ACEPTACIÓN

El azar o el destino trajeron hasta mí esta palabra durante un taller de crecimiento personal esta pasada primavera...
La verdad es que en estos últimos tiempos de intromisión, soledad y dudas existenciales estoy descubriendo que la aceptación es una de las claves del saber vivir. Y no debemos confundir aceptación con conformísmo, son muy diferentes.
La aceptación te devuelve paz, en cambio el conformísmo te genera una sensación de "derrota diluída". Sólo con la aceptación quedas preparado para seguir luchando...