miércoles, febrero 13, 2008

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Siempre he defendido la idea de que "dejarse fluir" es bueno y no debemos poner trabas u obstáculos que impidan una acción espontánea, pensando que esto te llevará a un buen fin.
Por desgracia la vida a veces te da un revés y te demuestra que esta teoría NO es siempre cierta.
¿Es realmente de la fuente de los errores el lugar donde la vida nos mojará con sus aguas mas sucias para brindarnos la ocasión de aprender a crecer y a madurar?
Parece ser que sí...intento aprender la lección ahora que estoy empapado de tristeza.

4 comentarios:

PENSADORA dijo...

Bueno, bueno.
Grata sorpresa me llevo con este tu blog.
Pena que te sientas triste para llegar a semejante conclusión pero así son las cosas.
En respuesta a tu pregunta: sí, efectivamente, del dolor es de donde salen las mejores lecciones.
Aquí en mi pueblo hay un dicho: "mal metiendo se aprende" y tengo comprobado que así es.
El sufrimiento nos ayuda a crecer.
Los errores nos enseñan el camino, pues, cometido un error lo seguiremos cometiendo tantas veces sea necesario hasta que aprendamos. Los caminos son variados pero a veces se nos olvida la forma que tienen y por eso volvemos una y otra vez a tomar el mismo camino y a errar.
Esto es la vida, caer y levantarnos y en cada caída renacemos en mejores personas.
No lo dudes.

Sara García dijo...

Hola, muy bonita la foto.

Maria dijo...

Impresionante...
No te pasa cuando encuentras en otras personas muchas cosas que te recuerdan a tí mismo...??
Eso es lo que me ha pasado a mí al leer tu perfil y de los libros que dices te han gustado, los he leído casi todos por no decir todos...
Un saludo,
Ah! y me gustaría ver esas fotos que dices se parecen tanto a las tuyas o a las mías...

porfinyo dijo...

Impactante la foto, me hace vibrar fibras de mi propia oscuridad.
Qué valor el tuyo, para desnudar tu alma ante desconocidos, mostrándoles lo que yo sólo dejo vislumbrar a dos o tres elegidos.
Adelante, siempre adelante... como dijo el poeta Almafuerte: "no te des nunca por vencido, aún vencido".
Hay un árbol, no recuerdo ahora el nombre, ya te lo confirmaré, que nace entre las rocas. Tengo una foto, buscaré el poema que habla de él y te lo paso... Así crecemos los humanos clavando las raíces de nuestro nuevo yo en la vieja adversidad. Sí, de la podedumbre y de antiguos pozos de dolor renacemos cual ave fénix... pero, qué jodido es mientras estás en el pozo. Un abrazo